viernes, marzo 04, 2016

La mayoría que viene


Terminada la segunda votación de investidura del líder socialista Pedro Sánchez, con el resultado de otro no, se abre inmediatamente un nuevo tiempo de negociación. Y aunque las elecciones del 20D han deparado una composición muy plural del Congreso, ciertamente quedan pocas opciones más o menos probables -no ya posibles- a la vista:
a) La Gran Coalición Transversal con Resultante de Centro-Derecha, preconizada sobremanera por Rajoy y el PP, que se resume en la tríada PP-PSOE-Cs (o incluso sin Ciudadanos), presidida por el actual presidente en funciones y que el Partido Socialista ha negado y niega sin resquicio alguno para la duda. No faltan rumores (sin que el PSOE ni su líder les hayan dado hasta el momento luz verde) acerca de la posibilidad de que dicha coalición fuese presidida por otro miembro del PP o de su órbita, o incluso por el número uno de Cs Albert Rivera. En todos los casos, previa decisión inexcusable del Jefe del Estado para poder ponerse oficialmente en marcha siquiera el intento de cualquiera de dichas soluciones. 
b) La Gran Coalición Progresista (PSOE-Podemos-IU y otros), preconizada en un principio por quien sería su presidente, Pedro Sánchez (incluyendo viaje a Portugal para emular al gobierno luso), y que después abandonó, pienso, por dos razones fundamentales: una, que la suma de izquierda no logra alcanzar mayoría absoluta; otra, el referéndum de autodeterminación (en realidad inviable en la presente legislatura solo ya con el bloqueo del PP), que defiende Podemos junto a las genuinas formaciones -no todas de izquierda- de corte independentista. En esta solución, por cierto y entre otras cosas, aparece una importante (para much@s) contradicción entre los conceptos de izquierda y de nacionalismo. Por si faltaba algo para no sumar mayoría absoluta progresista.
c) La Gran Coalición Transversal con Resultante de Centro-Izquierda, lanzada de manera personal (junto a Albert Rivera) desde antes de la investidura y en estos momentos por Pedro Sánchez,  quien sería su presidente. Y que trata de sumar a PSOE, Podemos, Cs, IU e incluso otros. Y negada sobre todo por Podemos y su número 1, así como por Alberto Garzón como representante de IU-IP, y por otras formaciones.
d) Nuevas elecciones el 26 de junio próximo, lo cual llevaría a un panorama muy preocupante: por un lado, Rajoy (con sus circunstancias y las de su partido) estaría aún varios meses más como presidente en funciones; otra, que los resultados no parece que fuesen muy diferentes a los del 20D. Y en todo caso, mi opinión es que el PP bajaría, de no hacerse una reseteo urgente (incluido el cambio de líder), y probablemente Podemos sufriría también pérdida de escaños, tras una campaña en la que no iba a ser muy difícil para el PSOE machacarle como presunto culpable de la repetición electoral y de frustrar un cambio, siquiera moderado pero incluyendo nada más y nada menos que el despedir al PP de Moncloa.
La reflexión final no tiene mucha dificultad, en mi opinión: no importa mucho como la llamen, pero o hay una Coalición todo lo progresista que se pueda, pero con cierta transversalidad... o elecciones. Con todas sus consecuencias.