domingo, julio 09, 2017

Un 15M con urnas

(Publicado el 22 de mayo de 2017 en https://www.fundacionsistema.com/un-15m-con-urnas/ )

Comenzaré por decir que yo también hice el 15M de 2011 en la Puerta del Sol de Madrid. Quien me conoce sabe que me defino como un socialista libertario. Esta última vena ácrata no sólo me viene de mi progenitor, sino que, en mayor o menor medida, es relativamente común en la militancia socialista. Y aunque ahora no milito, ciertamente colaboré y estuve en el PSOE desde 1976 hasta 2012.
Reconozco que, como tant@s otr@s, fue para mí un mazazo el ver lo que ocurrió el primero de octubre del año pasado en la sede socialista de Ferraz. Ya antes, en mis artículos en prensa y en Redes Sociales, había dejado bien claro mi apoyo (razonado, no puramente impulsivo que también es de buen recibo) a Pedro Sánchez, entonces Secretario General y optante a la Presidencia del Gobierno de España.
Por eso, cuando José Félix Tezanos (gran histórico del PSOE y buen amigo) me animó para implicarme en la campaña de este asimismo nuevo Pedro Sánchez (que ha aprendido a la fuerza en algo más de un año el equivalente al mejor Master en Política imaginable), no lo dudé ni un momento. Y con un grupo excepcional de compañer@s, tod@s más importantes que yo, he hecho lo que he podido para ayudar a este resultado maravilloso del 21 de mayo de 2017: el regreso del Secretario General que nunca debió ser depuesto, vía forzada dimisión (no le quedaba otra), en línea con su honradez y coherencia, que son los dos valores que le han catapultado a un triunfo histórico para el socialismo español y para el europeo.
Y la noche del 21 de mayo de 2017 y la del 15 de mayo de 2011 tienen para mí connotaciones muy similares en no pocas cosas. Una, en que se ha dado una auténtica rebelión de la mayoría absoluta de las bases indignadas socialistas para restituir en su cargo a su anterior Secretario General que esas mismas bases habían elegido también en primarias no hace tanto. Y el 15M hubo, en Madrid y en otros lugares de España, un toque de atención que aún sigue sonando y siendo efectivo, gracias a un movimiento de indignad@s entre los que muy modestamente estuve.
Otra similitud: porque la ciudadanía afiliada al PSOE ha contestado lo mismo que piensa la ciudadanía que se rebela también democráticamente contra un conservadurismo injusto que está llevando a este país, como a tantos otros, a la ruina socioeconómica de las clases baja y media, que es como decir de la mayoría inmensa. Y el 15M existió, con aquella abrupta pero tranquila indignación, porque había razón sobrada para ello. Así de claro.
Y una última similitud: el 21 de mayo de 2017 entiendo que también quedará en la historia política de España, no sé si tanto como el 15M, pero seguro que con una importancia supina. Porque estoy convencido de que este es el principio de una gran amistad (no puedo negar que soy cinéfilo y que una de mis pelis preferidas es Casablanca), es decir, Pedro Sánchez acaba de conseguir que comience un camino para que el PSOE salga de donde nunca debió estar y vuelva a su socialdemocracia, como partido mayoritario de la izquierda española. Y millones de votantes que esta formación ha perdido, vuelvan a confiar en ella.
Esta nueva elección de Pedro Sánchez, eso sí, en vez de a mano alzada (perfectamente asumible) la han llevado a cabo l@s indignad@s del PSOE, como en un 15M con urnas. Indignad@s socialistas votando. Que es como se entiende la gente en democracia.

Todo parece anunciar la victoria de Pedro Sánchez

(Publicado el 21 de mayo de 2017 en diario16.com/parece-anunciar-la-victoria-pedro-sanchez/ )

Recién acabada la campaña de las primarias socialistas, de acuerdo con los diversos datos que me van llegando en cuanto al apoyo que -sin plasmarse todavía en la papeleta- va a recibir cada una de las tres candidaturas, las de Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López, y en razón asimismo de otros escritos míos sobre el particular ya desarrollados en este mismo diario, puede deducirse en síntesis lo siguiente:
1)La participación de la militancia socialista va a ser altísima, probablemente alrededor del 90% del censo total de casi 188.000 afiliad@s. Este dato es bueno para Pedro Sánchez, toda vez que el precipitador esencial de tan importante porcentaje de voto ha sido su intensa campaña, a través sobre todo de tres ideas básicas:
a)La abstención de su partido (identificado claramente con la candidatura de Susana Díaz) que sostiene al gobierno conservador del PP, cercado además éste por la monumental extendida imagen de corrupción que percibe mayoritariamente la ciudadanía.
b)La recuperación (de acuerdo con el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, y en sintonía asimismo con un entendimiento de la democracia interna de un partido político en coordenadas del siglo XXI), de la participación de la militancia en las decisiones fundamentales del Partido Socialista, desde la elección y revocación de su número uno, a la aprobación o rechazo de programas y pactos de gobierno con otros partidos políticos, entre otras cosas.
c)La recuperación pare el PSOE del concepto genuino de socialdemocracia, ocupando toda la izquierda a excepción de la extrema y con la decisión clara de liderar dicho espacio ideológico para propiciar un cambio progresista en España que sustituya al PP y sus políticas socialmente regresivas.
2)Hay aún un segmento de afiliad@s dubitativ@s acerca de a quién votar e incluso si votar o no. Pero dicho segmento parece que va disminuyendo debido a las decisivas cuestiones referidas atrás. Y asimismo la tendencia que parece percibirse entre est@s militantes es la de abandonar el modelo actual identificado fuertemente con Susana Díaz, y apoyar el modelo del siglo XXI ofrecido por Pedro Sánchez.
Es más, esa disminución del numero de militantes con duda de a quien votar, o si votar o no, parece identificarse en buena medida con tres vías concretas:
a)Votantes potenciales que hasta hace poco apoyaban la candidatura de Díaz y que ahora optan por López.
b)Votantes potenciales que venían sosteniendo su apoyo a López y en estos momentos ya han decidido apostar por Sánchez, sobre todo para evitar el triunfo del modelo preconizado por la optante andaluza. Esto es, aparece el voto útil para propiciar el cambio en el PSOE.
c)Votantes potenciales que, habiendo avalado a Díaz, en votación secreta parece que van a apoyar a Sánchez.
Todo preparado, por tanto, para la gran fiesta de la democracia socialista.

martes, mayo 16, 2017

El voto sin decidir en las primarias del PSOE

                     
                        http://diario16.com/voto-sin-decidir-las-primarias-del-psoe/

Hace ya unos cuantos años que vengo manejando una taxonomía propia, respecto a los públicos en política que no tienen decidido su voto en las variopintas elecciones democráticas que se producen en el mundo. En esta clasificación de públicos, no me quedo sólo en la categoría usual de indecisos. Hablo, además de públicos favorables a cada candidat@, partido, etc., de públicos flotantes (con segmentos específicos en este último caso) entre diferentes opciones.
En las primarias actuales y en plena efervescencia para elegir a quien ocupe la secretaría general del PSOE, parece que va a haber una participación de la militancia extraordinariamente alta. Se habla de sólo alrededor de un 20% de afiliad@s socialistas sin decidir aún a quién votar o incluso si votar, es decir que, a una semana de las elecciones, el 80% de dicho público implicado en la vida del PSOE sabe perfectamente quien quiere que gane de las tres opciones posibles.
La proyección de los avales cuantificados para cada candidat@, refinada desde el análisis de las circunstancias (a cara descubierta) en que se han producido dichos refrendos, sugiere -como ya tengo escrito en este mismo diario- que Pedro Sánchez es el mejor colocado para ganar las primarias. De manera tal que, a las puertas del debate televisado entre las tres opciones, para que este candidato no ganase tendría que cometer errores inimaginables de facto y/o que el 20% -o poco menos- de esa militancia aún no decidida, vaya finalmente a votar y lo haga al completo por la segunda opción mejor colocada, la de Susana Díaz. Muy difícil.
Pues bien, acudiendo a mi mentada clasificación de públicos, en el caso de individuos con voto sin decidir, que denomino en general público flotante, debo aclarar que éste está integrado en las primarias socialistas actuales por militantes situados (debido a su ideología matizada y a otras circunstancias) a la izquierda y/o a la derecha inmediatas de cada una de las tres citadas opciones socialistas en primarias.
De modo que, en la práctica, parece razonable entender que Susana Díaz tiene sobre todo públicos flotantes con Patxi López, éste con Díaz pero también con Pedro Sánchez, y este último sobre todo con López mucho más que con Díaz. Démonos cuenta de que el modelo de partido, con todas sus consecuencias, así como el tipo de política (en sentido amplio) a llevar a cabo en el gobierno y en la oposición, ofrecen de manera esencial una resultante diferente entre Díaz y Sánchez. Con ello quiero decir que, ni a la optante andaluza le interesa hacer mucho esfuerzo por captar votos flotantes entre López y Sánchez, ni a éste le interesa tampoco gastar energías en lograr militantes flotantes entre López y Díaz. La rentabilidad, en ambos casos, sería muy reducida. Y sin olvidar que tanto Susana Díaz como Pedro Sánchez tienen un nutrido público favorable (parece que más, Pedro Sánchez) con poca probabilidad de cambiar el signo de su voto.
Así las cosas, veamos cuál es el panorama en estos momentos en las primaria del PSOE, desde las tres grandes categorías existentes de tal público flotante:
1)Flotantes indecisos informados, y no necesariamente muy desilusionados, que dudan a qué candidat@ votar, e incluso, ya en menor medida, si votar o abstenerse. En este caso, entiendo que Pedro Sánchez, tras el ofrecimiento de integración a Patxi López e incluso haciendo suyos doce puntos programáticos del líder vasco, tomará la mayoría de votos flotantes indecisos informados y no desilusionados, ubicados entre el madrileño y el vasco. Mientras que este último sí puede captar no tantos votos como Susana Díaz, pero no pocos, de la bolsa de militantes de esta categoría ubicados entre ambos optantes, vasco y andaluza.
2)Flotantes indecisos desilusionados y en general informados, los cuales, debido a variadas circunstancias, pueden llegar a abstenerse o bien decidirse por uno u otr@ candidat@. Análogas consideraciones al caso anterior, si bien en este segmento sí hay una probabilidad mayor de abstención.
3)Flotantes desinformados y, en general, desinteresados, cuya tendencia es, usualmente, no votar, si bien pueden terminar por acudir a las urnas en no pocos casos. En las circunstancias actuales de las citadas primarias, parece claro que el número de integrantes de este segmento de públicos es irrelevante.
En resumen, si con el 80% de votos decidido, la ventaja de Sánchez parece clara, ésta no creo que -en el peor de los casos- vaya a aminorarse con el incremento de participación. Es más, incluso podría perfectamente incrementarse. Con todo lo cual, Pedro Sánchez (a la espera del inminente debate televisado que lo que sobre todo hará es reforzar al público de cada candidat@ e incrementar la participación al aminorar el público flotante), mantiene su posición de probable ganador de las primarias.

sábado, mayo 06, 2017

Pedro Sánchez se posiciona en probable ganador de las primarias

http://diario16.com/pedro-sanchez-se-posiciona-probable-ganador-las-primarias/

El número de avales que cada un@ de l@s tres candidat@s a la secretaría general del PSOE ha recibido, parece el siguiente, en números redondos: unos 63.000 para Susana Díaz, alrededor de 57.000 para Pedro Sánchez y unos 12.000 para Patxi López.
La primera idea que surge a partir de estos datos y que ya está apareciendo por medios tradicionales y redes sociales, es que el número de avales conseguidos por Susana Díaz con la militancia a cara descubierta y teniendo la manija del poder directamente en Andalucía e indirectamente en otros lugares influenciados por notables socialistas que apoyan su candidatura, puede ser mayor que el número de votos recibido finalmente.
Lo que sí parece un indicador bastante fiable del resultado final de las primarias, es que dicha militancia socialista está respondiendo de manera emotiva y agradecida a la intensa campaña que Pedro Sánchez lleva ya tiempo realizando para recuperar la secretaría general del PSOE, que esa misma militancia ya le había otorgado y que el primero de octubre pasado no fue admitido por el Comité Federal, lo cual llevó a dimitir al número uno preferido por las bases.
Así, una comparativa elemental de la asistencia a los diversos mítines ofrecidos por l@s tres candidat@s, ofrece en conjunto una abrumadora ventaja para el citado ex secretario general. Y este indicador es bien representativo, puesto que se trata no sólo de votantes, sino en general de afiliad@s al PSOE, que son los que el 21 de mayo tomarán la palabra otra vez vía papeleta.
En este sentido, parece claro que un mínimo análisis objetivo de la realidad debería ser puesto en práctica por las otras dos candidaturas -Susana Díaz y Patxi López- y obrar en consecuencia. Porque, si el río suena y de esa manera, agua lleva y en abundancia. Y el PSOE, la formación más veterana de todo el estado español, quizás ni debe ni mucho menos puede permitirse una espera de aún varias semanas para conocer formalmente lo que ya va configurándose como algo inexorable: la victoria de Sánchez.
De manera que caben varias vías: una, que Susana Díaz y Patxi López se retiren, lo cual sería un gesto que les honraría y que tendría para ambos un rédito político importante y muy por encima de si pierden estrepitosamente; otra, que Susana no se retire pero sí Patxi sin expresar sus preferencias por quienes quedan; una tercera, que se retire Susana y no Patxi; e incluso una cuarta, que Susana siga y que Patxi decida expresamente apoyar a ésta o a Pedro. Cualquier de ellas tiene, a mi juicio, un resultado distinto en porcentaje pero claro en el ganador: Pedro Sánchez.
Hay que recordar que, no se trata sólo de elegir entre tres candidat@s, sino sobre todo de tomar la decisión estratégica y medular para el socialismo y para la ciudadanía española, de seguir con el modelo actual o bien apostar por un modelo de partido de este siglo y de futuro innegable, que es, eso sí parece incuestionable, el que encarna y lidera Pedro Sánchez.

Dicho todo lo anterior, ¿quién sabe si va a haber o no dimisiones en la carrera para las primarias socialistas? Porque, como me recordó hace poco un afamado amigo de la izquierda alternativa, la lógica y la política no parecen ser buenos amigos. A esperar…

La France a besoin d'un Pierre Sanchez

Publicado en http://www.fundacionsistema.com/la-france-a-besoin-dun-pierre-sanchez/

Empezaré por afirmar algo que aunque ya parece evidente por sí mismo, axiomático, hay quienes tratan de confundirlo: los partidos políticos franceses y su situación a las puertas de la segunda vuelta para que la ciudadanía elija a su president@ de la República, no son equivalentes a los partidos españoles y su coyuntura actual.
En efecto, la primera vuelta de las presidenciales del país vecino ha arrojado la siguiente escena: la ultranacionalista-derechista Marine Le Pen (Frente Nacional) no sólo ha pasado a la segunda consulta para intentar llegar al Palacio del Elíseo, sino que -según informan las encuestas- aproximadamente el 10% de sus votantes tenía como segunda opción a Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa). Y viceversa, esto es, también sobre el 10% de quienes votaron a este líder de izquierda alternativa que incluye al partido comunista, mantenía a Le Pen como segunda posibilidad.
Asimismo, el socialista Benoît Hamon ha quedado el último de las cuatro grandes candidaturas, lo cual no es arriesgado afirmar que se debe a la nefasta siembra de sus correligionarios Hollande y Valls, ambos escorando al Partido Socialista francés hacia la derecha en los últimos años. Mélenchon ha recogido buena parte de este descontento, mientras que el centrista Emmanuel Macron (gran vencedor de la primera vuelta y parece que virtual presidente de Francia) se enfrentará a Le Pen por la jefatura del Estado.
Pues bien, en España, haciendo la distinción inequívoca entre elecciones presidenciales en el caso francés y las legislativas nuestras, tenemos la siguiente situación:
  1. En nuestro país no existe una ultraderecha tan fuerte como en Francia. Sobre todo, porque el Partido Popular supo amalgamar desde su nacimiento y hasta hace relativamente poco a la gran mayoría de la ciudadanía votante ubicada desde esa extrema derecha dentro del espectro constitucional hasta el centro/centro derecha. Pero la política neoconservadora de Mariano Rajoy -de resultados nefastos para las clases baja y media- junto a la gran corrupción que viene rodeando al PP, así como la aparición del partido Ciudadanos y su líder Rivera (tampoco coincidente con el perfil de Macron), han recortado en notable número las personas votantes provenientes de ese centro derecha, resultando así todo ello en la pérdida de la mayoría absoluta por parte del PP.
  2. El centro en España, en estos momentos, queda repartido -por orden de importancia- entre Ciudadanos (que ya directamente se declara liberal progresista para diferenciarse del neoliberalismo conservador del PP), y el PSOE (que está al día de hoy instalado en términos reales en ese centro/centro izquierda nada claro), produciendo con su abstención la nueva investidura de Rajoy, y que es así percibido de manera muy extendida como una formación que ya no se identifica con la izquierda -otra cosa es la dialéctica al respecto de quienes directa o indirectamente están en estos momentos en la sala de máquinas socialista-.
  3. En la izquierda española, el PSOE ha sufrido las decisiones de Rodríguez Zapatero con aquellas medidas tan poco afortunadas en mayo de 2010, contra natura del ideario de su partido. También la incapacidad de Rubalcaba para enderezar el partido y el resultado electoral del mismo y evitar la automática y cantada aparición de Podemos -y sus aliados electorales- intentando un sorpasso que con Zapatero o Rubalcaba como candidatos socialistas, entiendo que se hubiera producido ya. Con Pedro Sánchez como secretario general y candidato a la Moncloa, ese sorpasso no se produjo. Gran diferencia con su homólogo francés Hamon, pese a la contrastada buena voluntad de éste. En definitiva, Pedro Sánchez (ya sé que esto sonará a exabrupto a no poc@s de este PSOE ahora cercano en tantas cosas al PP) ha sido un auténtico cortafuegos para este partido en unas circunstancias muy difíciles que ni Zapatero ni Rubalcaba tuvieron: la concurrencia de Podemos capitalizando en buena medida la indignación ciudadana.
Y en plena campaña de primarias de su formación, Sánchez está siendo aclamado diariamente por miles de militantes socialistas que desbordan los recintos, con un discurso bien sencillo pero contundente: quiere que el PSOE regrese, vuelva a ser el partido hegemónico de la izquierda toda, a excepción de la extrema. Y quiere que la militancia no sea ninguneada, sino que sea quien decida en última instancia acerca de asuntos importantes. Porque en armonía con la democracia representativa, la democracia directa produce más y mejor democracia, más profunda. Y una democracia profunda se acerca mucho a la gran máxima que, confieso, vengo defendiendo toda mi vida: no hay libertad sin igualdad, y no hay igualdad sin libertad.
Además, el candidato Pedro Sánchez quiere volver a ser el número uno de su partido, del que fue desalojado (formalmente dimitió, claro) aquel primero de octubre de 2016 en contra de la opinión de las bases que le habían votado para el cargo. Y ahora vuelve. ¿Para qué? Para ganar, según muestran los datos tozudos. Lo cual sería lógico (así lo dijo ya la militancia obviada, reitero), y este estado de cosas en el socialismo español está a años luz de su mentado homólogo francés. Al otro lado de los Pirineos, Hamon no ha podido, a pesar de su ideología izquierdista, reflotar a su partido, demasiado herido por sus notables y citados compañeros de socialismo light. En este lado, Pedro Sánchez, de ganar, podría comenzar una suerte de Suresnes II en el PSOE. Una nueva socialdemocracia para un nuevo siglo, el XXI. Nuevos conceptos: izquierda y democracia directa en refinada armonía con la democracia representativa, enriqueciendo a ésta.
Francia, pues, en esto y como se ha visto, tampoco es igual que España. Ni en la derecha, ni en el centro ni en la izquierda, pues en esta última el socialismo francés tiene diferentes circunstancias que el español; y más a la izquierda, Mélenchon y Pablo Iglesias sí comparten populismo y coordenadas ideológicas -aproximadamente-, pero con diferente génesis, trayecto, modelo de partido y personalidad concreta de ambos líderes. Por eso, con el mayor cariño y respeto, digo -como ilustra el título de este artículo- que nuestros vecinos necesitan un Pedro Sánchez. Al menos, uno similar. Para el siglo XXI. Para un nuevo socialismo francés.

viernes, abril 21, 2017

El regreso del PSOE

                          Publicado en Diario 16 http://diario16.com/regreso-del-psoe/

A un mes de las primarias del Partido Socialista, todo se va aclarando cada vez más. Hay en juego, efectivamente, dos modelos de partido antagónicos:
El modelo actual liderado por Susana Díaz, esto es, un partido concebido en general con el sistema de delegación primando por encima del voto directo de la militancia, y ocupando asimismo ideológicamente elcentro/centro izquierda tibio del espacio político y electoral.
Y justo todo lo contrario, el modelo liderado por Pedro Sánchez, esto es, armonizando la representación clásica con el voto directo de las bases afiliadas, pero poniendo a estas últimas las primeras a la hora de tomar decisiones importantes para el partido. Desde este planteamiento en coordenadas modernas y que poco a poco todas las formaciones políticas del mundo desarrollado parece que tendrán que ir asumiendo, el PSOE además pretende regresar a su espacio ideológico natural, el centro de la izquierda, desde donde puede captar adicionalmente el centro izquierda -que obviamente no es lo mismo- pero no sólo. Es decir, el Partido Socialista ocuparía toda la izquierda a excepción de la extrema. En definitiva, Sánchez propone un partido con democracia profunda en su interior como palanca para liderar el cambio social en España, naturalmente desde la izquierda.
Por tanto, el tercer candidato (primero en apuntarse) Patxi Lópezdebe saber decidir a estas alturas qué tipo de solución prefiere de las dos únicas en liza. Y obrar en consecuencia. Tiene experiencia política importante y es aún relativamente joven. Tomará o no el tren de la modernidad?
A todo lo cual hay que añadir que Pedro Sánchez ha disipado ya cualquier duda respecto a dos cuestiones fundamentales. De una parte, explicitando su apuesta por una España perfectamente compatible con el concepto de cultura nacionalista de cualquier territorio de la nación española, dentro pues de la Constitución. Este discurso explícito acallará críticas de aquell@s que apuestan por el otro modelo descrito.  Pero, permítaseme precisar una crítica constructiva en este punto: preveo que no muy tarde se abrirá por fin un debate para modificar inteligentemente la Carta Magna, de manera que se llegue a un Estado Federal Simétrico en el que toda la ciudadanía se sienta relativamente bien. Y esto último podría ser perfectamente defendido por Sánchez en estos momentos, marcando en ello también diferencias con el modelo liderado por la candidata andaluza.
La otra cuestión importante sí despejada nítidamente por Pedro Sánchez es la referida a la relación del PSOE con el  resto de la izquierda. En este sentido, ha recordado que él no llegó a gobernar debido al voto en contra de Podemos, y que los socialistas deben liderar un cambio progresista que ponga fin a la política neoconservadora de Rajoy- PP.

En fin, las cartas parecen estar echadas y no me canso de insistir: el próximo 21 de mayo, la militancia del PSOE decide mucho, muchísimo, sobre el futuro tanto de su partido como de este país.

sábado, abril 08, 2017

El PSOE, sus primarias y la izquierda española

                             
        (Publicado en http://diario16.com/psoe-primarias-la-izquierda-espanola/ )

La situación actual de la izquierda en la política española no es, ni mucho menos, un caso extraño, como es bien conocido. Ahí está para contrastarlo el gran número de países -en Europa y fuera de ésta- en los que algo muy parecido sucede, aun con los diferentes matices pertinentes en función de la idiosincrasia de cada sociedad concreta. Así, en el caso español, para entender qué ocurre y ocurrirá próximamente con la izquierda en general y con el PSOE en particular, hay que pensar al menos en lo siguiente:
La crisis económica y social mundial que aun padecemos, se debe fundamentalmente al gran fracaso humano del nuevo conservadurismo o neoliberalismo que inunda el planeta, esto es, se trata de un fiasco sistémico, de un capitalismo salvaje pero convenientemente disfrazado que, cada vez más y sin solución de continuidad, en general produce el siguiente efecto: enriquece exponencialmente a una enorme minoría de los más ricos, enriquece fortísimamente a otra minoría no tan exigua de personas ya muy adineradas, y empobrece de manera brutal y en constante caída libre a la inmensa mayoría de la población, es decir, a las clases baja y media.
El gobierno neoliberal o neoconservador -como se prefiera- del PP en España, en línea con sus homólogos en el resto del mundo, parece ser percibido por millones de español@s, acometiendo en general políticas que desarrollan este injusto panorama citado. Además de que, con la consiguiente sinergia ideológica, ha traído una clara regresión en logros sociales fundamentales, alcanzados con mucho esfuerzo desde la reinstauración de la democracia tras la salida de la dictadura.
De otra parte, el partido Ciudadanos, con un electorado en las últimas consultas electorales sobre todo de centro-derecha, ha sido clave para la formación de gobiernos del PP a escala autonómica (caso de Madrid), pero también del PSOE (verbigracia, Andalucía, con Susana Díaz). Sin embargo, su apoyo (que sí se lo dio) no era imprescindible para la investidura de Rajoy como presidente del gobierno.
No obstante, el PSOE sí ha sido, con su abstención, necesario e imprescindible para que Mariano Rajoy, el presidente del PP, partido que practica el neoconservadurismo en España, fuese nuevamente investido como presidente del gobierno de la nación.
En este sentido, hay una percepción parece que ya fijada (con todas sus consecuencias) en una inmensidad de ciudadan@s, de que la candidata a la secretaría general del PSOE, Susana Díaz (que preside la Junta de Andalucía), y en la misma línea la Gestora actual de su partido, han propiciado el camino para que el Comité Federal socialista pudiese decidir que dicha formación permitiese con su abstención que el presidente del PP, Rajoy, sea nuevamente presidente del gobierno de España.
Y al contrario, el secretario general del PSOE hasta hace medio año, Pedro Sánchez, es percibido muy mayoritariamente entre el electorado de izquierda, como el socialista que dimitió como diputado y sostuvo y sigue sosteniendo su rotunda negativa a facilitar el gobierno neoconservador del PP. Sánchez se presenta a las primarias de su partido para intentar ser nuevamente elegido su máximo líder con el voto directo de la militancia (fundamental para él en su concepción de partido) en elecciones primarias.
Patxi López, que estuvo junto a Pedro Sánchez en esa negativa a permitir un gobierno del PP, también se presenta a la secretaría general de su partido. Nótese que coincide con Sánchez en este punto esencial, en el cual difiere naturalmente de la candidata Susana Díaz.
Así, conociendo la actitud actual de l@s afiliad@s socialistas y con la aritmética electoral en la mano, si Patxi López finalmente llegara a un acuerdo con Pedro Sánchez para propiciar que éste fuese la alternativa única a Susana Díaz, previsiblemente ésta perdería. Si López no llegara al acuerdo con Sánchez, la candidata andaluza podría llegar a ganar.
Pero, si Díaz gana y con Podemos en las coordenadas nuevas con su líder Iglesias reforzado, se abriría un importante espacio electoral “huérfano” en la izquierda que, incluso y de manera natural, podría desembocar en la aparición de un nuevo partido.
Ahora bien, si Sánchez gana, ese espacio electoral “huérfano” sería obviamente menor a tenor del discurso de este candidato en clave socialdemócrata pura y sin concesiones a la derecha. Y habría, por ende, una alta probabilidad de formar un gobierno progresista para el cambio.
El voto de la militancia del PSOE, pues, en estar primarias de mayo, va a determinar en gran medida el reparto electoral del espacio de izquierda en España para no pocos años. Así como el futuro del PSOE. En este sentido, Patxi López, que parece andar lejos de ganar las primarias, sí se vislumbra como posible llave para que el PSOE sea percibido en buena medida (si pacta con Díaz y sus históricos apoyos) continuista y anticuado, o bien (llegando a un acuerdo con Sánchez) embarcado en una línea de izquierda moderna, de futuro y acorde con este siglo XXI.

viernes, febrero 03, 2017

                                        La esperanza del PSOE*
La foto fija de estos días del PSOE es muy preocupante: Susana Díaz, quizás a punto de declararse candidata a las primarias para la secretaría general de su partido, observa cómo lidera sola la parte del PSOE que más gusta al PP, mientras que en la otra parte de su formación aparecen dos candidatos que, al luchar entre ellos y de rebote, podrían darle a ella la victoria por mayoría minoritaria.
Patxi López se lanza a la carrera motu propio o no? El líder vasco no debe ignorar que lo segundo, más que lo primero, es la percepción de buena parte de la militancia socialista y de la ciudadanía española. Percepción es igual a imagen. Y la imagen es factor imprescindible en cualquier otro posible efecto comunicacional buscado. Patxi arriesga, pues, mucho para tan poco probable provecho.
Porque Pedro Sánchez va a cosechar gran cantidad de votos de las bases socialistas. Si gana, será secretario general de nuevo. Y si pierde, se posiciona con absoluta claridad como el líder de un PSOE de las bases y por el cambio sustancial, incluyendo -naturalmente- el abandono del compadreo con el gobierno conservador del PP. E incluyendo, como es obvio (y vergonzoso recordarlo), echar democráticamente a Rajoy y los suy@s, lejos de apuntalarles. Como habría hecho el fundador del socialismo español, Pablo Iglesias Posse.
En estas primarias del PSOE, por tanto, no se trata exclusivamente de elegir al número uno. Se dilucida el futuro del partido más antiguo de España y que más años ha gobernado. Un futuro liderado desde el abrazo a la gran coalición tácita (o no tan tácita) con el gran adversario, el PP. O un futuro en clave de socialismo democrático consecuente con su ideario, esto es, evacuar a los conservadores para propiciar un cambio importante a favor de la inmensa mayoría de los ciudadan@s de este país llamado España, miembro destacado de la Unión Europea. Las consecuencias de estas primarias socialistas son mayúsculas.
* Publicado anteayer en http://diario16.com/la-esperanza-del-psoe/