martes, septiembre 18, 2018

Pueblo y Sánchez merecen una oportunidad

Publicado el 17/9/2018 en Diario 16 http://diario16.com/pueblo-sanchez-merecen-una-oportunidad/

No tengo nada que agradecer a Pedro Sánchez (no es un reproche, enseguida se verá), a quien conozco personalmente. E ignoro si él piensa que está o no en deuda conmigo. Le tengo afecto, como a varios miembros de su gobierno y/o partido a quienes asimismo conozco de manera personal. Es un placer, sin duda alguna.
Empiezo con esa reflexión, porque lo que diré a continuación lo escribo obviamente libre, como siempre hago, por otra parte, en mi ya larga existencia, porque de distinta manera sería infeliz. Veamos, pues:
La moción de censura (legal y legítima, según recoge la Constitución Española), prosperó con una mayoría absoluta de 180 votos, cuatro más de los exigidos. El pueblo habló a través de sus legales y legítimos representantes. Y el 1 de junio pasado, Pedro Sánchez fue elegido presidente del gobierno de España.
Así, aunque sin moción de censura, se han elegido todos los presidentes del gobierno español habidos hasta el momento en nuestra democracia, desde las primeras elecciones generales en 1977Las mayorías (para eso y para el resto de decisiones) las forman los partidos en la Cámara, naturalmente, durante toda la legislatura. Y la ciudadanía, cada cuatro años, aprueba o desaprueba con su voto que renueva o revalida el gobierno. No cuando lo quiera el partido democráticamente desalojado del poder, solo o con otras formaciones que integren la minoría de dicho Congreso. El presidente de turno (en este caso, Pedro Sánchez) sí puede -según recoge la Constitución- adelantar, si lo estima oportuno, las elecciones. Democracia, se llama esto, con sus reglas o normas.
Al gobierno no se le han concedido ni los cien días de gracia que en toda democracia liberal se dan, ni siquiera un día. Desde el mismo estreno del nuevo equipo comenzó la crítica sin parar de la oposición mancomunada de PP y Cs. Con discursos, en general, de una derecha dura y muy alejada de lo que necesita un país como el nuestro. Pero el pueblo merece una oportunidad, es su momento y el del gobierno socialista con su presidente actual.
En estos tres meses y medio del nuevo equipo, feminista y ecologista, con énfasis declarado en regeneración democrática, justicia social y Catalunya (este último domingo lo ha repetido el presidente en su entrevista con Ana Pastor en Objetivo La Sexta), hemos podido asistir ya a medidas de notable acento progresista. Y se han producido dos dimisiones cantadas porque el PSOE de Sánchez situó muy alto el listón de la ética.
Pero es que, incluso en parcelas de la política tan sensibles como la inmigración, el dúo PP-Cs, con gran armonía (y como si ensayaran) ha hecho de todo menos política de Estado, atacando con discursos frontales a un gobierno que, a la vista está, desde los más escrupulosos derechos humanos, sí reacciona cuando hay invasión forzada de sus fronteras.
Y entonces, ¿cómo sortear esta tendencia a la percepción del gobierno socialista haciendo bastantes cosas positivas (a distancia del óptimo, obvio)? Pues sacando de la chistera un asunto como el de la tesis doctoral de Pedro Sánchez, a la sazón presidente, acusándole de irregularidades. Y como se habla mucho sobre el particular, aquí dejo mi impresión:
Con la misma calificación académica otorgada a ese trabajo universitario, imagino que debe haber una cantidad importante de tesis doctorales, de distintos y variados sectores de la educación superior, con calidad similar.
Por tanto, si se desea abrir la espita de la revisión del trabajo en cuestión, debería hacerse, opino, lo mismo con todos y cada uno de escritos similares para completar la diplomatura, licenciatura, grado, post grados variados y equivalentes, en todos y cada de los múltiples estudios superiores de España. Incluyendo, por cierto, las denominadas “tesinas” o con otro nombre, que tribunales académicos hubiesen podido juzgar, para conceder la convalidación universitaria (sin haber cursado la carrera en la universidad) a profesionales muy divers@s e incluso eventualmente afamad@s.
En fin, como puede observarse, el asunto de la tesis doctoral del ciudadano Pedro Sánchez, que años después se convirtió en presidente del gobierno, no parece que deba aislarse. Analícese todo lo atrás descrito, y podremos llegar, quizás, a conclusiones más de índole sistémica que individual. Adelante…

Por cierto, en la citada entrevista aún casi caliente que le ha hecho la aguda Pastor, el presidente de l@s español@s ha estado acelerado, según mi impresión, hasta pasada la mitad del acto. Y se ha escurrido como ha podido de preguntas comprometidas que, con el peculiar estilo de la periodista (presionar), eran difíciles de sortear. Creo, no obstante, que aún debe pulir muchos aspectos que, en las fechas en que estamos, ya debería haber superado.

martes, julio 31, 2018

Apretón electoral en España

(Publicado en Diario 16, el 30/7/2018 http://diario16.com/apreton-electoral-espana/ )

En estos momentos, salvo las elecciones municipales, autonómicas y europeas, que se producirán en mayo de 2019, hay tres comicios más, andaluces, catalanes y generales, que asoman la cabeza por diferentes circunstancias para protagonizar un posible adelanto.
Así, parece claro que, dependiendo de cuándo se convoquen finalmente estas tres últimas elecciones citadas, las seis consultas podrían estar muy interrelacionadas como verdaderos vasos comunicantes.
Ello quiere decir que, en términos prácticos, el presidente Sánchez y el expresident Puigdemont (vía president Torra), tienen al día de hoy una gran responsabilidad. Porque el líder socialista estoy seguro que sabe que ha de calibrar muy bien la fecha de las elecciones generales para no pasarse y propiciar una erosión innecesaria al gobierno socialista. Y el independentista con sede otra vez en Bruselas, entiendo que tampoco ignora exactamente lo mismo, con un añadido también esencial: su decisión habría de armonizarla siquiera tácitamente con la de Sánchez. Y eso exige a Puigdemont modular (no extremar) su discurso, pues lo contrario podría llevarle a un mal resultado electoral, en Catalunya y en las generales. Medir muy bien siempre es bueno en política.

Esto, opino, significa que a la vuelta del verano e incluso antes, puede haber un gran incremento de gestos de todo tipo en línea con una estrategia político-comunicativa propia de este posible (probable, añado) séxtuple campañón. Que ya ha empezado, pero sin fijar de verdad una estrategia uniforme. No la veo en ningún partido.

domingo, junio 10, 2018

Percepciones y votos en la política española


                                       

(Publicado en Diario 16 el 27/2/2018, http://diario16.com/percepciones-votos-la-politica-espanola/ )

Al día de hoy, el panorama político español es uno de los más difíciles de analizar y entender (no ya de Europa, sino del mundo) con suficiente grado como para poder trazar tendencias ilustrativas de lo que puede ocurrir, en razón de lo que ya ha sucedido y sucede ahora mismo.
Esta complejidad se debe, en mi opinión, al menos a dos variables de gran peso: la metamorfosis de la derecha e izquierda en España y el proceso de intento secesionista en Catalunya.
En efecto, el electorado de la derecha española está cambiando claramente de marca en buena medida. Porque ese monumental agregado social que seguía fielmente al PP, se ha dividido poco a poco y sobre todo en los últimos meses casi en dos mitades, de manera que Ciudadanos se ha convertido en el máximo partido receptor de la pérdida incesante de votos del PP. Y una formación ésta, la de centro derecha liderada por Rivera, que está en el camino para convertirse de manera formal y continuada en el primer partido de España. Para ello y a costa de un hartazgo relativamente extendido en el pueblo, también succiona votos (muchos menos que al PP) a otros partidos, desde el PSOE hasta Podemos y sus aliados.
No hay que ser persona que afine en aritmética para concluir, pues, que la suma PP-Cs va en aumento y con visos de cronificar, al menos a medio plazo, una tendencia de mayoría parlamentaria. Incluso, quizás, con cambio de presidente en su momento, a favor de Rivera.
Y tampoco es ajeno a este gran avance de Cs y de la suma de la derecha, el gran lío catalán. Del cual, Rivera, Arrimadas y sus compañeros de partido han salido ganadores por goleada en Catalunya y en España. Tómese cualquier encuesta posterior al respecto, además de los datos reales de las autonómicas de dicha comunidad autónoma.
A partir de lo anterior, debe añadirse que el PP está quizás en trance de remontar algo su notable bajada, a partir sobre todo de acciones encaminadas a reforzar a sus electores potenciales más radicales. Pero remontada muy tenue, en todo caso. En realidad, no creo que haya manera más clara de que el PP renazca, que el que sea democráticamente reemplazado por otra formación en Moncloa. Y quien más probabilidades tiene para ello, actualmente, es Cs.
Porque el PSOE liderado por Pedro Sánchez, está en un camino tortuoso. Con muchas incidencias, buena parte de las cuales quien esto escribe vivió en primera persona e incluso a veces en primera línea, aún sin militar ya en dicho partido, pero ayudando de muy buena gana a Sánchez (junto a una legión de maravillosas gentes) a ganar las primarias.
El hoy (muy merecidamente) secretario general de los socialistas, no obstante, desde su victoria ha tenido ciertas actuaciones probablemente poco recomendables para un proyecto unitario, potente y ganador del PSOE: para empezar, desde la relativa dejación de lucha en territorios que sus oponentes en las primarias nacionales de mayo han ido atesorando en las posteriores regionales, con el desasosiego y desmoralización de gran cantidad de militantes que apoyaron a Sánchez en su fenomenal campañón culminado el pasado mayo con más del 50% de los votos de la militancia socialista. Así, con esa citada dejación, comenzó a cuartearse ya la histórica victoria de ese 21 de mayo rubricada en el 39 Congreso Federal del PSOE de 18 de junio siguiente.
Además, la asunción (necesaria, tras la no convocatoria de elecciones por parte de Puigdemont) del artículo 155 de la Constitución secundando a PP y en compañía de Cs, no se hizo con la mesura, sabiduría política y sensibilidad debidas, con el consiguiente desgaste que propició (junto a una desnortada campaña) unos frustrantes resultados en las últimas elecciones autonómicas catalanas en las que Cs literalmente barrió. Porque los públicos de Cs y PSOE son en su mayoría bien distintos, y Sánchez y no sé si algún asesor parece que se empeñaron en lo contrario, a lo cual tampoco fue ajeno el PSC, claro.
Y últimamente, de lo que se trata por parte de Pedro Sánchez es de poner en valor el protagonismo de la militancia en cuestiones fundamentales, algo muy certero en mi opinión. Pero muy equivocado cuando a su vez se apuntala que la decisión final en listas electorales la tiene Ferraz, territorio del secretario general. En qué quedamos?
Y es que, hay que recordarlo, Pedro Sánchez se envolvió y se envuelve en la bandera de la izquierda fetén. Y ciertamente se marcaba muy bien por la izquierda comparativamente sobre todo con su compañera Susana Díaz. Pero tampoco hay que olvidar que el número uno socialista nunca fue un declarado radical de izquierda en su partido, sino si acaso todo lo contrario, alguien ideológicamente muy moderado.
Hay que recordar, en este sentido, que hace varias décadas el tándem Felipe González-Alfonso Guerra mostraba la referencia desde el centro izquierda hasta el centro de la izquierda en España. Pero si este PSOE quiere emular a aquél en ocupación de espacio electoral y en resultados, para empezar tendría que dibujar otro esquema de protagonismo y reparto de papeles distinto al actual, esto es, animando claramente al menos dos líneas notables que se ubiquen en sendas alas del partido, la moderada y la de izquierda radical en el sentido más hermoso del término. Por si no se me ha entendido, seré más claro: si esto no se arregla, Pedro Sánchez puede encontrarse con un problema similar al de Pablo Iglesias cuando orilló a Errejón: perdió fuerza por un ala.
Desde esta idea, es fácil entender que hoy el PSOE no va a morder votos a Cs, y a nada que Podemos e Izquierda Unida se pongan en coordenadas (falta les hace a los dos), al PSOE actual no le veo ni ganando las elecciones generales ni incluso muchas de otro orden…, ni aun siquiera quedando segundo en no pocos casos. No debería decirlo, pero lo expreso con absoluta sinceridad: reconozco que siento una inmensa pena al describir este estado de cosas.
Quizás Pedro recapacite sobre algunos episodios. Porque hay mucho tajo por delante, y no fácil de gestionar. Sería bueno para él y sobre todo y más importante, para el proyecto del PSOE (el partido más antiguo de España), que es como decir -si ese proyecto es socialista propiamente dicho sin género de duda alguna- bueno para la ciudadanía de este país.
Ojalá… Porque en política, prácticamente todo es enmendable si hay voluntad para ello. Si no, el nuevo PSOE liderado legítimamente por su actual secretario general, podría convertirse, y sería muy lamentable, solo en el sueño de aquella preciosa noche primaveral. Y no lo deseo.